Esta novela, escrita en 2006, es la ópera prima de su autor y a la vez la primera entrega de la serie protagonizada por el Comandante Camille Verhoeven. La historia, ambientada en París, comienza con el hallazgo de los cadáveres de dos mujeres en una nave industrial. La escena es de lo más dantesca: ambos cuerpos fueron descuartizados usando herramientas comunes y el análisis de los restos apunta a que las víctimas aún estaban vivas durante el suceso. Pese a ello, el detalle más relevante es una huella dactilar ensangrentada que al parecer fue estampada con un sello sobre una pared, junto a una inscripción: "He vuelto".
Mientras Verhoeven y sus colegas de la Brigada Criminal se hacen a la idea de que se enfrentan a un asesino en serie, la firma del asesino les permitirá relacionar el caso que tienen entre manos con otro acontecido años atrás donde se encontró una huella similar. Revisando el expediente de ese caso, nunca resuelto, el protagonista descubrirá un parecido asombroso entre el escenario del crimen y un pasaje de la novela La dalia negra, de James Ellroy. El asesino reprodujo la escena con todo lujo de detalles.
Inesperadamente, los detalles de la investigación, incluyendo la mención al libro, llegan a la prensa y los peores temores de Verhoeven se confirman: el asesino quiere publicidad y los medios de comunicación están dispuestos a darle la atención que tanto busca. Eso no favorecerá su labor de investigación y perturbará aún más su vida familiar, más delicada que nunca, ahora que él y su esposa Irène están a punto de ser padres.
La primera novela de Pierre Lemaitre es al mismo tiempo un thriller y una colección de relatos inspirados a su vez en clásicos de la novela negra. Cabe mencionar que este libro no vería la luz en España hasta 2015, pero sin duda es la mejor oportunidad para descubrir a Camille Verhoeven.
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