Pero el mencionado atraco no será lo único que traiga a Hole de cabeza a lo largo de la historia: una mujer con la que el propio policía mantiene una relación aparece muerta en su domicilio, y él no es capaz de recordar nada de la cita que mantuvieron la noche anterior (ni siquiera como volvió a su propia casa). En un principio todo apunta a que se trata de un suicidio, pero mientras Hole intenta esclarecer lo acontecido durante la noche de autos comienza a recibir una serie de mensajes de correo electrónico por parte de alguien que parece saber todo lo que ocurrió aquella noche y le hace pensar que está implicado en la muerte de la mujer.
Es la primera novela de Jo Nesbø que he tenido ocasión de leer y creo que si algo la caracteriza es lo elaborado de las tramas: cada vez que los investigadores creen haber aclarado algún aspecto del caso que les ocupa (tanto el atraco como el suicidio) ocurre algo que echa por tierra sus teorías y les deja con un nuevo interrogante entre manos. Cabe mencionar que las abundantes alusiones al pasado de Hole y al caso en el que trabajó en la primera entrega de la serie me hacen suponer que se disfrutará más con su lectura si se leen en orden.