Escrita en 2007, esta novela supone el inicio de la serie protagonizada por el inspector Carl Mørck y el Departamento Q. Al inicio del relato, Mørck se reincorpora a su puesto en la Brigada de Homicidios de Copenhague tras un trágico suceso: él y otros dos agentes se vieron implicados en un tiroteo. Mørck resultó herido, otro agente perdió la vida y el tercero recibió un disparo en el cuello que lo dejó paralizado. Los superiores de Mørck en Homicidios creen que el suceso es la excusa perfecta para quitárselo de encima y reorganizan el departamento añadiendo una división especial denominada Departamento Q. Mørck será el encargado de dirigir este nuevo departamento, aunque sin ningún agente a sus órdenes: deberá trabajar en solitario. Su cometido será tratar de cerrar antiguos casos que la policía ha dejado aparcados por falta de avances en la investigación.
El primer caso de Mørck en su nuevo puesto será el de una influyente parlamentaria desaparecida cinco años atrás. La última vez que fue vista con vida fue a bordo de un transbordador en el que viajaba junto a su hermano. Por desgracia, el joven padece daños cerebrales a raíz de un accidente de coche y es incapaz de comunicarse. La hipótesis más plausible es la del suicidio, aunque su cuerpo nunca fue hallado. Sin apenas pistas, Mørck deberá codearse con altos cargos de la esfera política en busca de algún hilo del que tirar.
La primera entrega de la serie del Departamento Q es un intenso thriller psicológico. En él se alternan capítulos donde se narran hechos desde el punto de vista del protagonista con otros que se remontan al momento donde ocurren los hechos que serán el objeto de la investigación. Cabe mencionar que la obra fue adaptada al cine en 2012 bajo el título "The Keeper of Lost Causes" (en España "Misericordia: los casos del Departamento Q").