Cuarta entrega de la serie protagonizada por Gabriel Allon, restaurador de arte afincado en Venecia y antiguo agente de la inteligencia israelí. Como ya sucediera en la entrega anterior (
El confesor), su antiguo superior solicita la ayuda de Gabriel para esclarecer un suceso ocurrido en Viena. Un amigo y antiguo compañero de ambos ha resultado herido a raíz de la explosión de una bomba en el edificio de oficinas donde trabajaba. Un grupo terrorista vinculado a Al Qaeda ha reivindicado el atentado, pero el servicio sospecha que la autoría del mismo podría guardar relación con el trabajo que llevaba a cabo la víctima, que investiga crímenes cometidos contra judíos austríacos durante la Segunda Guerra Mundial.
Muy a su pesar, Gabriel viaja a Viena bajo una falsa identidad para investigar extraoficialmente el suceso. Tras una visita a su amigo en el hospital, descubre que se encontraba tras la pista de un antiguo miembro de las SS que supuestamente reside en Viena bajo un nombre ficticio. Gabriel tendrá que remover cielo y tierra para tratar de averiguar si su amigo estaba en lo cierto y eso ha estado a punto de costarle la vida.
Publicada en 2004, esta es la segunda aventura de Gabriel Allon que ve la luz en España. En ella, Daniel Silva combina eficazmente elementos de novela histórica, thriller y libro de viajes. No defraudará a quienes disfrutaron con la entrega anterior.