Durante la autopsia, Jack descubre un detalle que podría facilitar la identificación de la joven: fue sometida recientemente a un trasplante de corazón. Sin embargo, la causa de la muerte fue un fallo respiratorio. Dado lo repentino del suceso, Jack sospecha que la causa del fallo fue una infección desconocida y que la fallecida puede ser el paciente cero de una inminente pandemia tan virulenta como la gripe española de 1918. Su primera reacción es alertar a las autoridades sanitarias, pero actuar de esa forma ya le acarreó numerosos problemas en el pasado (léase Contagio), de modo que decide esperar y reunir más pruebas que confirmen su hipótesis antes de dar la voz de alarma.
Robin Cook vuelve a deleitarnos con un thriller médico protagonizado por su personaje más popular repleto de intriga y mucha acción, en la línea de lo visto hasta el momento.