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Fuente: Amazon |
Un nuevo caso de Harry Bosch, más concretamente el octavo de la serie que protagoniza el personaje más popular de Michael Connelly. En esta ocasión nuestro detective favorito de Los Ángeles deberá investigar el hallazgo de unos huesos enterrados en lo alto de una colina. El posterior estudio de los restos revelará que corresponden a un niño de unos diez años de edad que había sido víctima de malos tratos y que fueron enterrados en ese apartado lugar unos veinte años atrás. Cuando los especialistas le entregan a Bosch semejante informe piensa: "Voy a pillar a este tío". Sin embargo, al poco de comezar a trabajar en el caso, algunos detalles de la investigación son filtrados a la prensa y Bosch se ve al mismo tiempo acosado por Asuntos Internos y presionado por sus superiores para abandonar la investigación, quienes le insinúan que empiece a pensar en retirarse pronto. La respuesta de Bosch: "Voy a descubrir al que mató a ese chico y voy a meterlo en el agujero". Ante la actitud de Bosch, sus superiores cambian de táctica: le ofrecen un ascenso, pero no como premio a su labor, sino para atarlo en corto.
No he leído (aún) todas las novelas de la serie de Harry Bosch, pero creo que no me equivoco al afirmar que esta historia marcará un antes y un después en la trayectoria del personaje.