Así comienza un largo viaje por carretera durante el cual Reacher llegará a trabar amistad con la mujer secuestrada. Ella le revela que es una agente del FBI y que su padre es nada menos que el Jefe del Estado Mayor. La mujer sospecha que sus secuestradores son terroristas y tratan de presionar a su padre para obtener algún tipo de favor a cambio de su vida. Reacher, por su parte, no lo ve igual de claro. Como exmilitar, sabe que el padre de la mujer sería reemplazado antes de poner en riesgo la seguridad nacional. Al mismo tiempo, duda que sus captores sean profesionales: por un lado, han secuestrado nada menos que a una agente del FBI a plena luz del día; por otro lado, han quemado el primer vehículo utilizado, lo que llamará la atención de las autoridades. En cualquier caso, Reacher no vacilará en desafiar a los secuestradores para mantener a salvo a la rehén.
Como el resto de las aventuras de Jack Reacher, Morir en el intento es un thriller muy intenso, a caballo entre los géneros bélico y policial. El hecho de que el protagonista lleve un estilo de vida propio de un trotamundos (sin casa, sin familia y en constante movimiento) hacen que no sea preciso haber leído ninguna otra entrega de la serie para disfrutar con su lectura.