Al inicio del relato, la vida de la protagonista sufre un vuelco que la deja en una situación casi dantesca: su carrera en el mundo de las finanzas se ve truncada cuando alguien, de la noche a la mañana, la coloca en el centro de un caso de desfalco. Aura está convencida de quién orquestó la trama, pero no puede dedicar ni un minuto a limpiar su nombre: su entrada en prisión es inminente y su mayor preocupación es que su anciana madre y sus dos hijas queden desamparadas. Por eso dedicará el escaso tiempo del que dispone a conseguir los millones de euros necesarios para reunir la fianza que le permita permanecer junto a sus seres queridos todo el tiempo posible. Para ello reunirá a un equipo formado por personas muy diferentes, pero con un rasgo en común: ninguna de ellas tiene nada que perder.
Aunque cuenta con conexiones con novelas anteriores del autor, Todo arde puede disfrutarse plenamente sin ninguna lectura previa. Por otro lado, todo apunta a que no es más que el principio de una historia que da para varias entregas más.