jueves, 18 de mayo de 2017

Consummatum est (César Pérez Gellida)


Esta novela, publicada en 2014, cierra la trilogía comenzada en 2013 con Memento mori y continuada el mismo año con Dies irae. La acción comienza en el mes de julio de 2011, poco después del final de la entrega anterior. El asesino en serie Augusto Ledesma se ha desplazado hasta Islandia para cometer un nuevo asesinato, esta vez múltiple. Fiel a su estilo, firmará el crimen con un poema y una mutilación, aunque su estilo ha evolucionado: el poema será encontrado dentro de una ampolla de cristal que habría obligado a tragar a una de las víctimas, a la que posteriormente arrancaría un ojo y un diente.
Dado el elevado número de crímenes que se le atribuyen y a su habilidad para escapar de las autoridades en cada lugar donde ha actuado, la Interpol decide crear un grupo especial de investigación. Para formarlo, reunirá a todos los agentes que han investigado sus crímenes en los países donde ha actuado hasta el momento. El inspector Ramiro Sancho, que aún disfruta de la excedencia que solicitó en la entrega anterior, será invitado a integrarse en el grupo junto a sus homólogos procedentes de Italia e Islandia.
Con este intenso thriller psicológico, César Pérez Gellida pone el broche de oro a la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, aunque él mismo advierte que el cierre de la trilogía no le impedirá recuperar a sus personajes en el futuro. Como sus antecesoras, Consummatum est también cuenta con su propia banda sonora, integrada por la música favorita del poeta y asesino Augusto Ledesma y accesible en la web del autor.

sábado, 6 de mayo de 2017

Del otro lado (Michael Connelly)

Del otro lado Michael Connelly
Escrita en 2015, esta novela hace la número 18 en la serie protagonizada por Harry Bosch, que en la entrega anterior se retiró de la policía de Los Ángeles. Pero su jubilación no será obstáculo para que el abogado defensor Mickey Haller, medio hermano de Bosch, solicite su ayuda en el caso en el que trabaja. En un primer momento el detective se niega, pues considera que trabajar para un abogado defensor arruinaría todo lo que hizo con la placa durante sus treinta años de servicio. Pero después de reflexionar sobre el caso llega a una conclusión: si hay una posibilidad de que el cliente de Haller sea inocente, ello implicaría que un asesino anda suelto.
Finalmente, Bosch accede a examinar el expediente del caso y a hablar con el cliente de Haller, que se encuentra en prisión acusado del asesinato y la violación de una mujer. Su ADN fue encontrado en la escena del crimen, pero él afirma que nunca estuvo allí y que todo es un montaje. Por desgracia, la única persona que podría confirmar su coartada fue hallada muerta dos días después de su entrada en prisión. Intrigado, Bosch decide investigar el caso por su cuenta.
No es la primera vez que Harry Bosch lleva a cabo una investigación sin el respaldo del Departamento de Policía, como hizo en El último coyote. También había colaborado ya con Mickey Haller en La revocación, aunque en aquella ocasión fue el abogado quien cambió de bando, ejerciendo como fiscal. Esta será la primera vez que Bosch cruce el pasillo o, en la jerga policial, se pase al lado oscuro. Aunque las ideas de la justicia de ambos personajes sean muy distintas, lo cierto es que forman un buen equipo. Espero que no sea la última vez que sus caminos se crucen.