Esta novela, publicada en 2014, cierra la trilogía comenzada en 2013 con Memento mori y continuada el mismo año con Dies irae. La acción comienza en el mes de julio de 2011, poco después del final de la entrega anterior. El asesino en serie Augusto Ledesma se ha desplazado hasta Islandia para cometer un nuevo asesinato, esta vez múltiple. Fiel a su estilo, firmará el crimen con un poema y una mutilación, aunque su estilo ha evolucionado: el poema será encontrado dentro de una ampolla de cristal que habría obligado a tragar a una de las víctimas, a la que posteriormente arrancaría un ojo y un diente.
Dado el elevado número de crímenes que se le atribuyen y a su habilidad para escapar de las autoridades en cada lugar donde ha actuado, la Interpol decide crear un grupo especial de investigación. Para formarlo, reunirá a todos los agentes que han investigado sus crímenes en los países donde ha actuado hasta el momento. El inspector Ramiro Sancho, que aún disfruta de la excedencia que solicitó en la entrega anterior, será invitado a integrarse en el grupo junto a sus homólogos procedentes de Italia e Islandia.
Con este intenso thriller psicológico, César Pérez Gellida pone el broche de oro a la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, aunque él mismo advierte que el cierre de la trilogía no le impedirá recuperar a sus personajes en el futuro. Como sus antecesoras, Consummatum est también cuenta con su propia banda sonora, integrada por la música favorita del poeta y asesino Augusto Ledesma y accesible en la web del autor.