Astillas en la piel (César Pérez Gellida)

La duodécima novela de César Pérez Gellida transcurre en la localidad vallisoletana de Urueña, conocida como la Villa del Libro. Allí se reencontrarán dos viejos amigos y compañeros de estudios: Mateo, crucigramista, y Álvaro, autor de novelas de intriga. El primero solicita la presencia del segundo en tan remoto paraje para un asunto insólito: saldar una vieja cuenta pendiente con un individuo al que conocieron mucho tiempo atrás, cuando ambos eran alumnos en un internado. Ninguno de los dos guarda un buen recuerdo del sujeto en cuestión, especialmente Mateo. Por ese motivo solicita la ayuda de Álvaro: espera que los conocimientos de criminalística del afamado novelista le ayuden a trazar un plan para desquitarse por los abusos que sufrió a manos del susodicho.

La historia alterna capítulos con diferentes localizaciones geográficas y temporales: el presente, en Urueña, y el pasado, a principios de los 90, en el internado donde los protagonistas forjaron su amistad. Solo unas pocas páginas rompen ese esquema de alternancia, y son aquellas donde se hace referencia a hechos y  personajes de la novela La suerte del enano. Todo apunta a que los caminos de los diferentes personajes se cruzarán en un futuro cercano.

En Astillas en la piel Pérez Gellida nos ofrece un thriller psicológico a la altura de lo visto en sus primeras novelas, aunque es posible disfrutar de su lectura sin conocimiento previo del resto. También cabe destacar su eficaz uso del cliffhanger, dejando al lector siempre con ganas de saber más al final de cada capítulo, sobre todo del último.