Donde los escorpiones (Lorenzo Silva)

Con esta novela ya son nueve las entregas de la serie protagonizada por los investigadores Bevilacqua (que en la entrega anterior fue ascendido al rango de subteniente) y Chamorro. Acostumbrados a recorrer largas distancias durante la resolución de sus casos, los protagonistas se verán en esta ocasión obligados a salir de España. El crimen que deberán resolver fue cometido nada menos que en una base militar radicada en Afganistán.
Para llevar a cabo tan singular misión, Vila (como prefiere ser llamado) solicita llevar consigo a Chamorro y a los cabos Salgado y Arnau, personajes regulares en las últimas entregas de la serie. La víctima del caso que les ocupa es un militar español. Su cadáver apareció degollado en un barracón vacío, y junto a él, la supuesta arma homicida: una especie de cuchillo plegable utilizado en aquellos lares para la siega de la amapola, materia prima de la heroína.
En un principio el equipo baraja tres hipótesis. La primera, el suicidio, quizá motivado por la difícil situación personal que atravesaba el fallecido: su esposa acababa de comunicarle que había iniciado los trámites del divorcio. Una segunda teoría es que el asesino sea uno de los miembros del personal de la base; en tal caso, el número de sospechosos es alto porque la víctima había tenido más de un desencuentro con otros militares. Por último, cabe la posibilidad de que alguien ajeno a la base burlara la seguridad del lugar y lograra entrar y salir sin ser detectado.
Lorenzo Silva vuelve a deleitarnos con una historia tan intrigante e intensa como sus predecesoras, pero con un valor añadido: la ambientación en un escenario inédito hasta la fecha.