Fuente: felixmodrono.com |
Una vez en casa del difunto, don Fernando descubre que su difunto amigo había gastado toda su fortuna en su funeral y dejado su casa en herencia a su única prima, lo que descarta que el móvil del crimen fuera económico. Intentando reconstruir los últimos días de su vida averiguará que el mejor amigo del fallecido había muerto poco antes a raíz del incendio de su casa, al parecer provocado. Sospechando que ambas muertes están relacionadas, el doctor Zúñiga indaga en el pasado reciente de los fallecidos y descubre el posible móvil de los dos crímenes: ambas víctimas fueron la pareja ganadora de una partida de mus donde había una importante cantidad de dinero en juego, aunque la apuesta nunca fue cobrada.
Dos años después de publicar el primer caso de Fernando de Zúñiga, Félix G. Modroño se mantiene fiel a su estilo, trasladando la acción esta vez a su Vizcaya natal y estrechando aún más los lazos entre sus personajes.
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