En esta ocasión, el brigada Vila y su gente investigan el asesinato de un hombre cuyo cadáver ha sido encontrado en el ascensor de su casa con dos heridas de bala en la cabeza. El hecho de que la víctima tuviera antecedentes por posesión de drogas hace pensar en una ejecución, pero el interrogatorio a la hermana y la novia del fallecido revela otro posible móvil: el sujeto se encontraba inmerso en una batalla legal con su ex mujer por la custodia de su único hijo.
Un aspecto a destacar de esta novela es que es la primera donde la pareja protagonista, acostumbrada a vagar por la geografía española, no tiene que salir de Madrid para resolver un caso. Gracias a ello tenemos una visión más cercana de la vida cotidiana de Vila, sobre todo de la relación que mantiene con su hijo adolescente.
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