Escrita en 2022, esta novela es un nuevo caso del médico forense Jack Stapleton. Ambientada en Nueva York durante la pandemia de COVID-19, la historia comienza con la autopsia de una mujer que resulta ser amiga íntima de la esposa de Jack. La fallecida, médico de profesión, fue encontrada en el interior de su vehículo en el parking del Manhattan Memorial Hospital, donde trabajaba. Un enfermero del mismo centro la encontró y comenzó la reanimación. Según el informe realizado por los investigadores la difunta comenzó a mostrar signos de mejoría, pero acabó falleciendo de un paro cardiaco. Tras la autopsia, Jack no encuentra señales de dolencias previas ni de lesiones que pudieran derivar en un paro cardiaco en una mujer joven y sana, de modo que no está seguro de cómo certificar su muerte.
Al mismo tiempo, el protagonista se verá presionado por el esposo de la fallecida para que firme lo antes posible su certificado de defunción y así cobrar su seguro de vida. Con el fin de obtener más información antes de tomar una decisión, Jack decide acudir en persona al hospital donde trabajaba la mujer para investigar las circunstancias en las que se produjo su muerte, a pesar de que jugar a los detectives le ha acarreado serios problemas en el pasado (léase Contagio).
En esta ocasión el autor nos ofrece un relato de intriga con un protagonista que investiga a la vez en dos frentes: el médico y el legal, aunque paradójicamente sus prácticas llegan a rozar la ilegalidad. Eso hace el relato más original y su lectura más recomendable.