Conforme avanzan las pesquisas, los dos investigadores descubren una posible pauta: en los dos últimos años se han producido otras muertes de varones jóvenes en circunstancias similares y sus cadáveres también fueron hallados a orillas del río. Pero, como reza un dicho popular, las desgracias nunca vienen solas: un joven que resulta ser sobrino nada menos que de un inquisidor desaparece en extrañas circunstancias y su tío teme que sea una potencial víctima del autor o autores de tamaña serie de crímenes. Con la inminente visita del monarca, Medina y Pacheco tendrán que afrontar presiones por ambos flancos para resolver el caso.
En su primera novela el autor nos ofrece una genial combinación de thriller y novela histórica. Junto a la trama cabe destacar lo detallado de la ambientación en los diferentes escenarios en lo que se mueven los protagonistas. Además de una lectura muy recomendable, me inclino a pensar que estamos ante la primera entrega de una larga serie de novelas.