Apenas los agentes inician sus pesquisas, comienzan a aparecer en lugares insólitos los cadáveres de las personas objeto de desaparición. Las víctimas no tenían vínculos entre sí y el modus operandi del asesino es distinto en cada caso. Sin embargo, todos los crímenes parecen haberse llevado a cabo en un lugar diferente a aquel donde se halló el cuerpo y en un periodo muy corto de tiempo. Como en su último caso (Progenie), parece que los investigadores se enfrentan a un asesino en serie.
La segunda aventura de Camino Vargas es un relato tan oscuro como intenso, en la línea de lo visto en la primera entrega de la serie, cuya lectura previa resulta aconsejable.