Por su parte, Sanjuán recibe la llamada de la novia de un viejo amigo, reportero de investigación. Está inquieta porque no puede contactar con él: no contesta a su móvil y no saben nada de él en el hotel donde supuestamente se aloja durante un viaje motivado por su trabajo. Por eso le pide que examine su ordenador en busca de alguna pista de su paradero. Pero lo que el criminólogo descubre es más que eso: una serie de vídeos snuff donde varias mujeres jóvenes son torturadas hasta la muerte. Poco después el cadáver del reportero es hallado mutilado y colgado de un puente en Ponferrada. Sanjuán no tarda en deducir que los vídeos son el móvil del crimen y comparte su hallazgo con Valentina.
La pareja formada por Vicente Garrido y Nieves Abarca se mantiene fiel al estilo forjado en Crímenes exquisitos construyendo un thriller psicológico donde se alternan múltiples puntos de vista narrativos y recuperando a varios personajes de las dos entregas anteriores, lo que hace recomendable su lectura previa.