Este libro, escrito en 2016, es el primer caso de la detective Sonia Ruiz. Lo peculiar de la serie de novelas protagonizadas por esta detective treintañera es que cada una de sus entregas va firmada por un autor diferente. Lorenzo Silva y Noemí Trujillo pondrían la primera piedra del proyecto escribiendo a cuatro manos la novela que nos ocupa en esta ocasión.
Al comienzo del relato la mala suerte parece haberse cebado en la protagonista: su novio la ha abandonado, lleva una larga temporada sin trabajo y no puede hacer frente al gasto que supone la hipoteca del piso que ambos compartían. Sin ingresos ni familia a la que acudir, recurre a una medida desesperada: publicar un anuncio en Internet ofreciendo sus servicios como detective privado. Sorprendentemente, no tarda en conseguir su primer caso: una mujer que se siente acosada por su jefe solicita su ayuda. Al parecer, la cliente de Sonia sí consintió mantener relaciones con el sujeto en cuestión en una ocasión. Por ese motivo no se atreve a acudir a la policía: teme que si lo hace su marido se entere de lo sucedido. De ahí que solicite la ayuda de Sonia.
Por suerte para la protagonista, no tendrá que afrontar semejante situación sola: contará con la ayuda de su joven amigo Pau, un veinteañero superdotado para cualquier asunto relacionado con la informática. Entre los dos urdirán un plan para conseguir que el acosador deje en paz a su víctima. Pero ¿será un tarea tan fácil como los dos jóvenes suponen?
Con el breve pero intenso thriller Nada sucio comienzan las aventuras de Sonia Ruiz, narradas por diferentes autores que irán enriqueciendo el perfil del personaje sucesivamente a la vez que respetando las aportaciones de los precedentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario